Capri, Italia

Capri se convirtió en uno de mis destinos pendientes después de ver películas y escuchar historias donde los paisajes y el glamour eran el foco de atención.

Increíblemente se me presento la oportunidad de ir a esta pequeña pero hermosa isla. Al estar en Positano, me encontré con que los ferrys cruzaban en tan solo 30 minutos! No lo dude y arme mi maleta para pasar una noche en la isla de blanco, digo blanco porque todas las construcciones llevan ese color.

El ferry se acercaba a nuestro destino, la vista era increíble y comenzaron las interminables fotos.

Cuando me baje y tome el funicular para llegar a mi hotel, empecé a caminar por esas calles chiquititas donde no llegaban los autos, entendí porque tenía que venir, deje las cosas y decidí recorrer y perderme por estos callejones hermosos.

Capri es una isla full exclusiva, todo es mucho más caro que en Positano, todo vale un poquito más por el hecho de estar ubicados aquí, la comida, las boutique, los taxis, todo! Así que mi estadía aquí fue cortita pero precisa, lo conocimos casi todo. Digo “casi” porque en Capri hay un lugar típico que tienes que ir si o si “La Grotta Azzurra” de hecho es la atracción más famosa de Capri y no pude ir. Ja! Consiste en una cueva o gruta natural ubicada en el mar, ahí tienes que entrar en un espacio muy chico en botes, donde las personas tienen que agacharse para no chocar con las rocas y esperar que baje la marea para que se abra este pequeño espacio. Se ven colores increíbles reflejados en esta piscina natural que se ilumina con la luz que entra por ese pequeño espacio, yo no pude ir porque el día estaba feísimo y no íbamos a ver esos colores con un día nublado, en fin, siempre digo:” En todas partes hay que dejar algo para la próxima visita” y esperemos que así sea.

Outfit del día:

Collar: Soy Tendencia

Polera: Tiffany Grassi

Falda: ZARA

Botas: n.d.c. made by hand

Anteojos: Celine